En octubre de 2008, en pleno pánico financiero tras la quiebra de Lehman Brothers, el FGD se incrementó hasta 100.000 euros. El escudo se multiplicó. Ningún ahorrador perdió ni un euro de sus depósitos en la crisis bancaria. Pero el capitalismo popular, a menudo alimentado por las entidades, sí que se vio obligado a asumir quebrantos al no contar con los escudos de los ahorradores.  https://bit.ly/3GjPiQ9 

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